Nos gusta ver composiciones equilibradas. Transmiten sensación de estabilidad y, en definitiva, hacen que nos sintamos bien. Pero, ¿Cómo lograr el equilibrio visual a la hora de realizar un diseño?
Para conseguir un equilibrio, es necesario saber colocar los elementos positivos (contenido) y los negativos (el espacio «vacío»), consiguiendo que algunos elementos no quiten importancia a otros. Es decir, todos ellos deben crear una sola composición.
Las composiciones desequilibradas crean tensiones en nuestra percepción. Por mucho que no queramos, varias propiedades nos crean incomodidad. Los elementos toman fuerza individualmente, quitando fuerza al todo. De vez en cuando, será interesante este hecho debido al mensaje que queramos transmitir, pero el objetivo más común es el de buscar el equilibrio.
Equilibrio físico y equilibrio visual
Todas las personas somos capaces de entender el concepto del equilibrio, ya que lo sentimos en todo momento. Si algo está en desequilibrio, tiene tendencia a caerse. Fijémonos en los siguientes ejemplos:
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